Más de mil palabras

Quiero ser leído

Qué ironía!
Pero son ganas de engañarme, porque no quiero ser leído.
Quiero ser comprendido, quiero ser arropado,
abrazado, meter mi cabecita debajo del hombro
deseado...sí, eso mismo, deseado.
Quiero ser deseado por ese que no merece desearme
(o eso dicen). Quiero ser yo quien decida
quién me merece y quién no.
Querer, merecer, desear...algún otro verbo
egoísta y prepotente? De lo que se sorprende uno!!
Necesito un ombligo con el que jugar que no sea el mío,
unos ojos que admirar justo antes de dormire,
una boca que besar con mis manos al despertarme
y unas manos que me hablen con esa voz de medio hombre,
de hombrecito, que me dibujen y me compongan.
Quiero que me cantes, que me rías, que me llores
y que me pienses, quiero saber que no estoy aquí
de adorno...
Cómo se echa a alguien que nunca vino y que siempre está?
Dudo que funcione una orden judicial.
Y por hoy se acabó el zumo, ya no me queda ni piel,
sólo gajos vacíos y deformados,
restos repartidos por toda la mesa.
Mañana me barro y me limpio,
pasado me recompongo, que estaré cansado...