Hala, ya está. 
 Prometo que algún día de mi vida
 comprenderé el sistema de clases,
 trabajos y exámenes de la República Checa,
 aunque de momento siga sorprendiéndome.
 Ya sé que el título de hoy no es especialmente literario,
 pero creo que metáfora más clara no la hay.
 Las ojeras me pesan, los ojos me miran el alma ya,
 y hasta el ruido de la grabadora
 se me antoja nana. 
 Bueno, Lou Lou me necesita, tiene ganas de charla
 tendré que dejar para más tarde la siesta...