Y llegará el día en que madurar
no sea más que agilipollarse.
En qué momento una cena de amigos,
una excusa más para estar juntos
se convirtió en un paripé... Yo
no me di cuenta, aún no me he dado.
Y debo ser un niño, porque no perdí
la ilusión, de un comic o una canción,
de horas de conversación. Quedaron
minutos, irrisorios en otros tiempos.
Ahora soy yo quien se niega a madurar
si en eso consiste, porque sé que todavía
somos muchos.
Unos pendientes para ti que los mereces,
para el que no, ni una sonrisa, que el orgullo
es lo único que te duele...
Nada, nada, nada de madureces que si nos descuidamos nos estrellamos contra el suelo, mejor seguir en el guindo que caerse de él. Besitos
Escrito por Clarice a las 21 de Diciembre 2004 a las 09:03 PMMejor ser niños... ójala lo viésemos todo como ellos;-) un besito
Escrito por Lucía a las 23 de Diciembre 2004 a las 08:42 PM