No reconozco a nadie en esa imagen.
La foto cada vez más gris y arrugada
de lo que creí un día.
Soy yo ahora el que miente,
el que nada aporta.
Soy un espejo.
Tal vez me equivoque,
tal vez digiera mejor las cosas,
tal vez no me volviera loco saber y no saber.
Me despediré pues, para siempre.
Hay cosas que no entiendo y que no querré nunca.
A veces es todo mejor así...