Levantinos amarillos
de certezas olvidadas.
Vino él, vino el viento,
el sopor y una almorrana.
Qué molesto calvo ingrato
se pasea por mi costa.
De no haber roto ni un plato
la careta y una costra.
Sin saber si he comprendido de verdad, me atrevo a unirme a ranasysapos, soy un kardo oportunista. Pues aunque kardo soy flor y las flores no dices esas cosas, o al menos no de manera tan agria. Pero qué kieres, a veces no queda mas remedio que esperar en la distancia, donde se escuchan mejor los pensamientos y aprovechar la ocasion. Porque igual si lo intento, lo digo peor.
Escrito por Kardo a las 29 de Agosto 2007 a las 11:14 AM