Me llamaste y despertaste,
seas quien seas,
a una bestia gris y etílica.
Te colgué y volví a dormir,
seas quien seas,
y la bestia quedó así
pululando aquí a mi vera
tan enferma y virulenta
que no me hace ni reir.
Escrito por Curro a las 17 de Noviembre 2007 a las 05:34 PM