Cada día me prometo lo mismo al sacar el primer pie de la cama. 
 Siempre te tengo entre mis prioridades. 
 Eres tú mi lastre, mi lacra y muchas cosas más con ele que atan mis pasos al suelo frío e inerte de la antipatía hacia mí mismo. 
 Quise perder y retuve. 
 Pude tener y perdí. 
 Ya me da igual tarde o temprano, déjame ser, que sea, seamos. 
 Tú por tu parra y yo por mi vid...