Caramelos de colores en bandeja de plata
hoy más verde que nunca.
Uno sólo es rojo, escondido en una esquina,
modesto y significativo. Nunca quiso
llamar atención alguna, modesto rojo.
Azúcar de arcoiris envuelta.
Quién dijo que nunca hay alegría
en una habitación sin ventanas?
Una tentativa más guardada en un cajón.
Los inútiles se acumulan en mi almohada,
la costumbre los hace vagos y a mí
me faltan ganas...
Cómo me gustaría poder llamarte!
Los mechones se cuelan entre mis dedos
dejándolos caer sin gracia alguna.
De mirada roja y temporal,
pero sin voz ronca que justifique...
un fin de año prometedor.
Colores ocultos en frasquitos de cristal
me rodean cada día desde hace tiempo.
Es mi nueva alquimia, de la que encontraré
mi piedra.
Y de nuevo hay un hombre, palabras con rostro,
sin nombre...será magia?
Que por ella conseguí recuperarme en palabras...
El tiempo se me viene encima casi sin darme cuenta.
Clases, trabajo y ganas de escribir...
Si algún día esto vuelve a ser lo que era,
y recupero lo que una vez tuve, gente interesante...
Soy egoísta y lo disfruto, qué más da!
Eso sí, a pesar de no leerme, yo sigo leyendo y
voy siendo más feliz...quién me lo diría!