Y pensar que miraba hacia arriba,
que esperaba una Parca algo más tardía.
Que me hinché de orgullo y suerte
cuando nadie daba nada.
Que debí ser más listo y no soñar.
Que nací de tierra para pisar sin miedo,
y si no me dieron alas...
Volveré a echar de menos y a llorar más,
porque no seré yo nunca ese objeto de deseo,
porque mis abrazos no darán nunca el calor que se pide,
al final, porque no hay chispa...
Qué frase tan simple. Me he convertido
en un estereotipo en melenas...