Odio al tren de los errores
del orgullo malherido.
Odio al tiempo detenido
en los momentos peores.
Oigo gritos y temores
y pedazos repartidos
de dolores, desvaríos
y muy distintos colores.
Que yo te quiero a mi lado,
que ya me falta tu beso.
Y cada noche, es sagrado,
Me voy llorando, travieso,
a tu secreto apartado
para robarte...eso.