Que pende de horas
y no de cuerdas.
Que baila a un ritmo
que ella no marca.
Un pinocho sin Pepito ni Guepetto.
Probaré a mentir, un día...
Sangre en mis encías.
Curiosa descripción de sentimientos.
Pero así es mi día, tempranero
y sin descanso...
De mudanza.
El nudo que encierra el vacío
entre el esófago y la garganta.
El lío de cuerdas, de historias.
Cada uno siguiendo el patrón
que siente o le interesa.
Y ya no sé ni lo que siento
ni si debo sentirlo.
Ridículo, escalofrío y miedo,
a terminar con todo por una tontería,
a que se repita todo un año más tarde,
a odiar la Navidad por olvidar lo bueno.
Seré un impertinente por querer
seguir con todo cuando nadie me sigue...