Rencores de baja cuna rondan mi cama.
Cobardes de mala sangre y envidias.
No quieren saber, hacer ni escuchar.
A vosotros, todo modestia,
A vosotros, os dejo en paz...
Y no es a mí, como si lo fuera...
No hacen falta pictolines
ni vapores que espirar.
Sólo letras de colores,
y ya empieza a refrescar!
En un grupo de cuatro y de cinco,
de gestos y risas,
papeles pintados.
Personas que gozan de un parabrisas
de ego y astucia,
aquí fusilados
por grupos de amigos
de cinco y de cuatro...