Y parece que fue ayer
el cumpleaños que nos dio
una noche para estar.
Y te tengo aquí conmigo,
y te tendré otros cinco más.
Y me tendrás...
Y un paso más hacia la meta,
ese título que nunca llega,
que se hace de rogar.
Dos más, y un septiembre
para otro comienzo,
un nuevo hogar.
No reconozco a nadie en esa imagen.
La foto cada vez más gris y arrugada
de lo que creí un día.
Soy yo ahora el que miente,
el que nada aporta.
Soy un espejo.
Tal vez me equivoque,
tal vez digiera mejor las cosas,
tal vez no me volviera loco saber y no saber.
Me despediré pues, para siempre.
Hay cosas que no entiendo y que no querré nunca.
A veces es todo mejor así...