Y poco a poco cerró sus ojos
dejándose mecer por el viento
y por las mentiras bordadas
en su cabecera.
Agua de ducha que cae
sin descanso.
Cebollas maduras que doran
su llanto.
Ya no te tendré nunca.
No me tendrás a mí tampoco
repitiendo la canción:
Say good night and go.
Miedos, indefensión,
cartas astrales con yagas.
Quedarme contigo, amor,
o lanzarme a tus brazos,
Nada.
Filosofía literaria,
y una puta becaria.
Preñada hasta las orejas,
gustosa de las ovejas.
Y tú serás quien me dé energía?
En teoría...