Bien lo dijo Lorca
viendo el color de sus ojos.
Díjolo Alfonsina
dirigiéndose al mar.
No hay dolor de lágrimas
cuando queremos llorar,
ni sangre ni heridas
si dependemos de otros.
Resulta divertido comprobar
lo importante que se puede ser
o creer, en estos casos.
Nunca pretendí gustar ni divertir,
ni hacer pasar horas leyendo
sobre aquello que escribo.
Siendo subjetivo, mil interpretaciones
pueden resultar de esa lectura.
Pero emplear el tiempo en criticar
algo tan desconocido como la vida de uno...
qué triste debe ser vuestra existencia,
aunque a mí me habéis dado un incentivo.
De dónde quiera que vengais, enviados por quien quiera que sea...
Adoro que me leais tanto, hasta los primeros textos...
Podría escribir hoy sobre mil cosas más,
pero no merece la pena que se mezclen con ésto.
Será mi única debilidad de hoy, pero qué bien sabe!!