Casilla de salida.
Trío de seises maldito.
Vamos, dale, dadito,
dame un cinco...
Cada día me prometo lo mismo al sacar el primer pie de la cama.
Siempre te tengo entre mis prioridades.
Eres tú mi lastre, mi lacra y muchas cosas más con ele que atan mis pasos al suelo frío e inerte de la antipatía hacia mí mismo.
Quise perder y retuve.
Pude tener y perdí.
Ya me da igual tarde o temprano, déjame ser, que sea, seamos.
Tú por tu parra y yo por mi vid...
Llévate tú el borrón y
devuélveme mi cuenta nueva.