Me paso el día buscándote
para encerrarte entre dos barras curvas.
Voy recopilando fechas,
días que tanto esperaba.
Van Junio, Julio y Septiembre
de la mano a mi papel,
y lo que tanto esperaba
lo escribo sólo en pasado,
pues lo que tanto espero
aún sigue sin tener fecha.
Porque ahora sé que siento.
Porque ahora sé que olvido.
Porque ahora sé qué siento.
Porque ahora sé qué olvido.
Si me las quita la RAE, me hunde...
I do cut with this straw little
a stupid bound I have once made.
Dime tú qué no darías
por saber o no saber
de tanta tecnología...
Lloro en mi treintena
por una mosca que habita
en la quietud de mis venas.
No es la verdad que me ocupa
esta mentira velada.
No es la virtud nacarada
que me analiza con lupa.
Son mi escozor y mi nada,
mi resquemor y morada
lo que tu voz desdibuja.
Que de tanto mirar se cansan
y cierran llaves de mi paso.
Porque hace tanto tiempo
que no me lo dices.
Porque ya no te atreves
a echarme de menos.
Porque tanto me mientes.
Porque tanto te miento.
Porque sí y porque no
me quiero.
Me atenaza la idea
de tanto abrazo prometido.
Y sin embargo...
"Déjame entrar y dejaré que entres".
Es una de mis mayores mentiras,
porque siempre entro lento y a hurtadillas,
pero abrir sólo abro la puerta,
para salir.
Miedo y ganas se confunden
entre un estómago vacío
y un corazón lleno.
Vísceras definitorias
de un amor tardío.
Usaría yo el pincel
para contar una historia
que por mi falso cartel,
que no es más que mi memoria,
cambió recuerdo y virtud
por merecida victoria.
Ella era letras; él era rayas.
Ella de ritmo; él de color.
Ella cantaba; él dibujaba.
Sólo una historia vista por dos.
Llegas, subes, rompes y te vas,
y yo sólo paso por debajo...
Siempre me acuesto rumiando un poema,
pensando que todos sueñan poesía.