Llegó la hora de los valientes
de las palabras enmascaradas.
Dejad de haceros interesantes,
a dar la cara.
Aunque es bonito saber
que aquí siempre se puede
borrar.
Pronto serán seis, aunque no rime.
Un dolor menos, un dolor más.
Una estracción de lo que no volverá.
El masaje que quieres,
quemaduras que hieren.
No volverán.
Si es un año lo que me das,
si son meses nada más.
Me repito, regocijo
de conductas y miradas.
No me sumes mas batallas
de las que puedo abarcar.
Yo te quiero, tú me faltas
donde quiera que vas.
Si no es tu cuerpo el que siento cerca,
ni tu calor el que me seca,
qué más da.
Yo te quiero, tú me llenas,
cicatrices de azafrán...